El pasado, cierto.
sábado, 27 de enero de 2018
jueves, 18 de enero de 2018
jueves, 11 de enero de 2018
Bendición Celta
Que la vida y el camino salgan a tu encuentro,
que el viento siempre esté detrás de ti,
y que Dios te sostenga suavemente
en la palma de su mano.
Recuerda olvidar siempre
las cosas que te entristecieron,
pero nunca olvides recordar
aquellas que te alegraron.
Recuerda siempre olvidar
a los amigos que te resultaron falsos,
pero nunca olvides recordar
aquellos que permanecieron fieles.
Recuerda siempre olvidar
los problemas que ya pasaron,
pero nunca olvides recordar
las bendiciones de cada día.
Que el día más triste de tu futuro no sea peor
que el día más feliz de tu pasado.
Que tengas palabras cálidas
en un anochecer frío,
una luna llena en una noche oscura,
y que el camino siempre
se abra a tu puerta.
Que el Señor te guarde en su mano
y no apriete mucho su puño.
Que los problemas te abandonen,
y los Ángeles te protejan.
Que tus bolsillos estén pesados,
y tu corazón ligero,
y que la buena suerte te persiga.
Que cada día y cada noche
tengas muros contra el viento,
un fuego y un techo para la lluvia,
risas para consolarte,
aquellos a quienes amas, cerca de ti,
y todo lo que tu corazón desea.
Que Dios este contigo y te bendiga,
que el infortunio te sea breve,
y que no conozcas nada más
que la felicidad.
Desde este día en adelante
que Dios te conceda muchos años de vida,
de seguro El sabe que la Tierra
no tiene suficientes Ángeles.
jueves, 4 de enero de 2018
jueves, 28 de diciembre de 2017
jueves, 21 de diciembre de 2017
El cielo de Tayky
Un gran agujero oscuro cubría la ciudad.
La noticia recorrió el mundo.
muchos fueron a ver aquel extraño suceso.
Como no había cielo, el sol daba un rodeo para no pasar por allí.
No había nubes, ni pájaros; la luna y las estrellas no se podían ver desde Taikí.
Sus habitantes estaban muy tristes y nadie sabía que hacer para recuperarlo.
Hasta que un día volvió la esperanza a todos.
Una estrella de color amarillo empezó a brillar.
La acogieron con tanto entusiasmo que la llamaron Esperanza.
Al día siguiente apareció otra estrellita y a esta la llamaron Alegría.
Poco a poco aquel agujero fue llenándose de más y más estrellas.
Nadie sabía porqué aparecían las estrellas,
pero pronto descubrieron que, cada vez que alguien hacía una buena acción,
surgía una nueva estrella.
Así encontraron la forma de recuperar su cielo perdido
y desde ese momento todos se dedicaron a hacer cosas buenas los unos a los otros.
Cuando dos personas hacían las paces, aparecía una estrella.
Cuando un niño ayudaba a poner la mesa, nacía otra estrella.
Cuando un vecino compartía lo que tenía con otros, otra más aparecía.
El agujero oscuro poco a poco se fue llenando de brillantes estrellas.
Taikí estrenaba un nuevo cielo y las nubes y los pájaros volvieron a cruzarlo.
El sol volvió a lucir en lo alto.
Toda la ciudad se vistió de fiesta y celebraron con alegría el acontecimiento.
El mundo entero supo la buena noticia
y Taikí dejó de ser conocida como la ciudad sin cielo,
para ser conocida ahora como la ciudad que tenía el Cielo en la Tierra.
Así encontraron la forma de recuperar su cielo perdido
y desde ese momento todos se dedicaron a hacer cosas buenas los unos a los otros.
Cuando dos personas hacían las paces, aparecía una estrella.
Cuando un niño ayudaba a poner la mesa, nacía otra estrella.
Cuando un vecino compartía lo que tenía con otros, otra más aparecía.
El agujero oscuro poco a poco se fue llenando de brillantes estrellas.
Taikí estrenaba un nuevo cielo y las nubes y los pájaros volvieron a cruzarlo.
El sol volvió a lucir en lo alto.
Toda la ciudad se vistió de fiesta y celebraron con alegría el acontecimiento.
El mundo entero supo la buena noticia
y Taikí dejó de ser conocida como la ciudad sin cielo,
para ser conocida ahora como la ciudad que tenía el Cielo en la Tierra.
jueves, 14 de diciembre de 2017
jueves, 7 de diciembre de 2017
viernes, 1 de diciembre de 2017
El televisor
El profesor les propuso a los alumnos hacer una redacción en la que explicasen en qué les gustaría convertirse y porqué.
Casi todos escogieron ser personajes de ficción, superhéroes o animales poderosos, también policías, bomberos o futbolistas.
Pero el más sorprendente fue un chabalito de nueve años que quería ser un televisor.
El texto del alumno comenzaba así:
"Si pudiera transformarme, como por arte de magia, elegiría ser un televisor, así ocuparía un lugar especial en casa,
mis padres me mirarían más,
me cuidarían mejor y
me escucharían con más atención.
Reuniría en torno a mí a todos los miembros de la familia,
todos callarían cuando yo hablase,
todos escucharían mis palabras,
y mi padre estaría atento a lo que cuento, aunque llegase agotado del trabajo.
Desearía que mi madre dejase lo que tiene entre manos,
que siempre es mucho, para dedicarme su tiempo sin prisas, relajadamente.
Desearía que no me mandasen a la cama a medio juego,
lo mismo que ellos no se van a media película.
Y que mis hermanos se peleasen por estar a mi lado.
Me gustaría poder divertirlos a todos".
El profesor reflexionó sobre las veces que la tele se ha convertido en "el niño mimado". En torno a él se realiza la vida, se cambian horarios....
Cuando este "hijo" está en marcha, todo pasa a un segundo plano.
Se suele usar también como "morfina", cuando vienen a casa amigos o familiares.
Recordó también el profesor su infancia, en ella no tenía más televisión que los libros para leer, la imaginación para soñar, y el cariño de los padres y los hermanos para conversar.
Todo ahora le pareció mas pobre, todo masticado, con más dificultades para inventar y soñar.
Los padres, pensó, a veces pierden el tiempo con cosas que no aportan nada, descuidando lo importante.
jueves, 23 de noviembre de 2017
jueves, 16 de noviembre de 2017
jueves, 9 de noviembre de 2017
Muerte de poeta
Murió en mitad de un verso,
cantándole, floreciéndole,
y quedó el verso abierto,
disponible para la eternidad,
mecido por la brisa,
la brizna que jamás concluye.
Verso sin terminar.
Quién se muriera así,
al aire de una sílaba.
Y al conocer esa muerte de poeta
recordé otra de mis oraciones:
"Quiero vivir, morir, siempre cantando,
y no quiero saber porqué, ni cuando".
Sí, en el seno del verso,
que le concluya y me concluya Dios.
jueves, 2 de noviembre de 2017
viernes, 27 de octubre de 2017
viernes, 20 de octubre de 2017
La apuesta y el labriego
El mal tiempo refunfuñaba siempre y por todo, y además la soberbia que tenía era enorme. Se creía el mejor en todo y el más potente, y por tanto todo el mundo debía rendirle pleitesía.
Un día el sol, cansado de sus bravuconadas, le propuso algo para ver quién tenía más poder.
Se trataba de ver quién le hacía quitar, antes, la chaqueta a un humilde labriego que surcaba la tierra con dedicación.
El mal tiempo aceptó con el total convencimiento de que no tardaría mucho en lograr su objetivo.
Empezó mandando un fuerte viento sobre la zona, creyendo que al labriego se le saldría la chaqueta con un buen golpe se viento, y casi lo consigue, pero el labrador logró recuperarla cuando ya sólo la agarraba con una sola mano.
El mal tiempo, entonces, llamó a la lluvia, pero lo único que consiguió fue que el labriego se cubriera con su chaqueta hasta la cabeza.
El mal tiempo, entonces, hizo venir al granizo, al viento huracanado y hasta un pequeño terremoto, pero sólo consiguió que el hombre se aferrara más y más a su vieja chaqueta.
Le llegó al fin el turno al sol, éste salió poco a poco por encima de una loma y empezó a calentar aquellas tierras, de una manera débil al principio hasta que, pasado un tiempo, el calor era tan evidente que el labriego optó por quitar su chaqueta, sin esfuerzo, como quien se deshace de un lastre inútil.
- Esta es la paradoja, susurró el buen sol al mal tiempo,
- Esta es la paradoja, que cuanto más bravucón y tozudo te muestres para conseguir que los demás hagan lo que tu quieras, menos lo vas a conseguir.
Y es que más se consigue por la miel, es decir, por la suavidad, y el respeto;
que por la hiel, es decir, por el mandato y la intransigencia.
jueves, 12 de octubre de 2017
jueves, 5 de octubre de 2017
jueves, 28 de septiembre de 2017
La depresión
Una de las mujeres de aquel poblado se dirigió al brujo del lugar para pedirle por su marido.
El hombre estaba pasando por una depresión y ella sabía que necesitaba ayuda.
El brujo, después de conocer la situación, le dijo a la mujer que, para esa curación, necesitaba un pelo de bigote de león, y que ella sería quien debería ir a arrancárselo.
La mujer, a pesar del miedo que le producía la idea de enfrentarse al león, al final se armó de valor y salió a su encuentro.
El primer día, cuando le vio, se quedó un buen rato quietecita y a mucha distancia de donde estaba el león.
Las tardes siguientes volvió a hacer lo mismo, pero la distancia cada vez iba siendo más corta.
Llegó un día en que casi se podían tocar los dos, pero el león ni se inmutó; tan acostumbrado estaba ya a la presencia de ella.
Poco a poco la mujer llegó hasta a acariciar al león y a este parecía agradarle; una de esas veces la mujer le agarró un pelo del bigote y con fuerza se lo arranco de un tirón, lo que no pareció molestarle lo mas mínimo al león.
Y sin esperar más, corrió a presentarlo al brujo del poblado.
El, después de escuchar lo sucedido, tomo el pelo, lo arrojó al fuego y aseguró a la mujer:
- ¡Tú no necesitas ninguna medicina!, está en tus manos la curación de tu marido.
- ¿Qué más puedo hacer yo? replicó ella.
- Si quieres que tu marido se ponga bien y ya no tenga más depresión, haz con él
lo mismo que has hecho con el león.
Y el cariño, la cercanía, la confianza y el respeto curaron al marido de su melancolía.
jueves, 21 de septiembre de 2017
jueves, 14 de septiembre de 2017
jueves, 7 de septiembre de 2017
Los dos cachorros
- Hay dos cachorros dentro de mí:
Uno es feroz y malvado, cruel y grosero, inculto e irreflexivo, entre otras muchas vilezas.
Es un ser inhumano por completo.
El otro, por el contrario, es pacifico y bondadoso, compasivo y atento, educado y prudente, entre otras muchas virtudes.
Se trata de un ser maravilloso.
- ¿Cuál de los dos cachorros, (Preguntó el sabio a sus discípulos), creéis vosotros que sobrevivirá dentro de mi, por encima del otro?
A esa pregunta ningún discípulo se atrevió a responder, por lo que el sabio enseguida se lo explicó:
- Aquel a quien yo alimente.
jueves, 31 de agosto de 2017
jueves, 24 de agosto de 2017
jueves, 17 de agosto de 2017
Apagar los focos
jueves, 10 de agosto de 2017
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