Perla 244

EN EL MUNDO NO HAY ENEMIGOS

SINO PERSONAS 

QUE NO CONOCEMOS

Perla 243

COMO EL AGUA BUSCA EL MAR

EL HOMBRE BUSCA A DIOS

Pedír al Cielo

LE PEDÍ A  DIOS QUE ME QUITARA EL ORGULLO,

PERO ME DIJO

QUE ERA ALGO QUE YO DEBÍA ENTREGAR.

LE PEDÍ A DIOS  PODER SER MÁS PACIENTE,

PERO ME DIJO

QUE LA PACIENCIA NO SE CONCEDE, SE CONQUISTA.

ENTONCES LE PEDÍ QUE ME DIERA FELICIDAD,

PERO EL ME DIJO

QUE SÓLO CONCEDE BENDICIONES, LA FELICIDAD DEPENDE DE MI.

LE MIRE PARA PEDIRLE QUE ME EVITARA EL DOLOR,

PERO EL ME DIJO

QUE EL DOLOR ES LO QUE MÁS ME ACERCA A EL.

LE PEDÍ QUE HICIERA CRECER MI ESPÍRITU

PERO EL ME DIJO

QUE SOY YO QUIEN CRECE PERSONALMENTE,

QUE EL YA ME PODARÍA DE VEZ EN CUANDO.

  POR FIN Y MUY DESPACIO LE PEDÍ LO ÚNICO QUE ME QUEDABA,

QUE ME AYUDASE A AMAR COMO EL AMA.

ENTONCES SONRIÓ AMPLIAMENTE Y ME DIJO

"POR FIN EMPIEZAS A ENTENDER".

Perla 242

Perla 241

NUESTROS CORAZONES

SON MEJORES QUE NOSOTROS

El avaro

Erase una vez un avaro que había vendido todas sus pertenencias para comprarse una pieza de oro de considerable tamaño, la cual decidió enterrar junto a una tapia en un lugar apartado del pueblo.
Allí iba todos los días para asegurarse de que nadie hubiese descubierto su escondite.

Lo que el avaro no sabía es que uno de sus vecinos había observado sus constantes idas y venidas a aquel sitio, y sospechando que algo extraño sucedía, decidió cavar la tierra alrededor del muro.
Al final, encontró el preciado tesoro, y admirando entre sus manos la pieza de oro, se la llevó a su casa.
Cuando el avaro regresó al lugar y se dio cuenta de que le habían robado, lloró de desesperación.
Otro vecino del pueblo que lo vio tan angustiado, al enterarse de la causa de su lamento, le dijo:
- No es algo tan grave lo que te ha sucedido, hombre. Toma una piedra, entiérrala en el mismo hueco y después te imaginas que es de oro. Al fin y al
cabo, tú jamás harías uso de ella.