sábado, 19 de diciembre de 2015

¿Para qué?

El marido de aquella cristiana mujer no compartía con ella su fe.
No tenía reparos en decir lo que pensaba de la religión ni de las fiestas religiosas como esta de la Navidad.
Una Nochebuena se disponía a llevar a los hijos al oficio navideño de la parroquia y le pidió al marido que la acompañase, pero el se negó
- ¡Qué tonterías!, ¿Porqué Dios iba a bajar a la Tierra, tomando forma humana?, ¡Qué ridiculez!.
Los niños y la esposa se marcharon, y poco después los vientos empezaron a soplar con gran insistencia, desatándose una gran ventisca.
Observando por la ventana, todo lo que podía ver era una cegadora tormenta de nieve, con lo cual decidió quedarse sentado ante la chimenea.
Al cabo de un rato escuchó cómo algo golpeaba contra la ventana, luego otro golpe y otro más. Se aventuró a salir de la casa y ver lo que ocurría y descubrió muy cerca una bandada de gansos salvajes; por lo visto iban al sur para pasar el invierno, se vieron sorprendidos por la tormenta y no pudieron seguir.


Daban aletazos, volaban en círculos cegados por la borrasca y estaban sin alimento, sin abrigo.
el hombre, campesino veterano, dedujo que eran ellos los que habían chocado contra su ventana. 
Sintió lástima y quiso ayudarlos; se dirigió al establo y abrió las puertas para que los gansos entraran al abrigo del frío, pero ellos se limitaron a revolotear en el campo, como antes.

El campesino, entonces, sacó de la casa unos pedazos de pan y fue dejando rastros hasta el establo, pero los gansos seguían sin entender.
Después de sentir gran frustración, empezó a correr tras ellos tratando de llevarlos hacia el establo, pero lo único que consiguió fue asustarlos y que se dispersaran más.
-¿Porqué no me siguen?, exclamó.¡Es que no se dan cuenta de que el establo es el único sitio seguro donde pueden sobrevivir a la nevada!.
Reflexionando se dio cuenta de que las aves nunca seguirían a un ser humano.
Si yo fuera uno de ellos podría salvarlos, pensó.
y se le ocurrió una idea....
Entró en la nave donde él tenía sus propios gansos domésticos, agarró uno  y lo llevó en brazos, paseándolo cerca de los salvajes y poco a poco lo soltó a la vista de todos los demás.
el ganso del campesino se paseó entre los demás encaminándose después hacia el establo y uno a uno todos sus congéneres le siguieron, hasta que todos estuvieron a salvo.
El campesino, en silencio, recordaba sus últimas reflexiones: 
"Si yo fuera uno de ellos podría salvarlos".
y seguidamente resonó en su interior la conversación con su mujer 
"Para qué iba a querer Dios ser como nosotros?.
De pronto lo vio claro, entendió que eso precisamente era lo que Dios había hecho, que nosotros eramos como aquellos gansos perdidos, ciegos, y Dios se hizo uno como nosotros para indicarnos el camino y guiarnos a la salvación.

domingo, 13 de diciembre de 2015

lunes, 7 de diciembre de 2015

martes, 1 de diciembre de 2015

Un niño

                                Si un niño vive criticado,
                                aprende a criticar.
                                Si un niño vive con hostilidad,
                                aprende a pelear.
                                Si un niño vive avergonzado,
                                aprende a sentirse culpable.


                                Si un niño vive con tolerancia,
                                aprende a ser tolerante.
                                Si un niño vive con estímulo, 
                                aprende a confiar.
                                Si un niño vive con equidad,
                                aprende a ser justo.
                                Si un niño vive en seguridad,
                                aprende a tener fe.