miércoles, 8 de diciembre de 2010

Paz perfecta


Un rey ofreció un gran premio a aquel artista que pudiera captar en una pintura la paz perfecta.
Muchos lo intentaron.
El rey observó las pinturas, pero solamente hubo dos que le gustaban.
La primera era un lago tranquilo donde se reflejaban las montañas, y arriba un cielo azul con tenues nubes blancas.
Todos pensaban que era este el que mejor representaba la paz perfecta.
La segunda pintura también tenia montañas, pero eran escabrosas, sobre ellas un cielo furioso que amenazaba descargar entre rayos y truenos.
Montaña abajo retumbaba un estruendoso torrente de agua.
Nada aquí se revelaba pacífico, pero, cuando el rey observó detenidamente el cuadro, reparó que ante la cascada había un delicado arbusto creciendo en una grieta de la roca; en el había un nido, y en su seno un pajarito sentado plácidamente. Todo en medio del rugir de la violenta caída del agua.
Sin dudarlo, el rey escogió ese cuadro y explicó:
- Paz no significa estar en un lugar sin ruidos, sin problemas, sin dolor, con trabajo, con éxito.... La paz existe cuando a pesar de graves dificultades hay serenidad dentro del corazón. Este es su verdadero significado.
   

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