viernes, 26 de octubre de 2012

El moribundo

El sacerdote fue llamado para asistir a aquel moribundo.
Cuando llegó a la habitación encontró al hombre en su cama con la cabeza alzada por un par de almohadas, había una silla junto a la puerta y otra al lado de su cama, por lo que asumió que el enfermo sabía que vendría a verlo.
- Supongo que me estaba usted esperando, dijo después de saludarle.
- No. ¿Quién es usted?. Preguntó el anciano.
- Soy el sacerdote que su hija llamó para que rezase con usted un rato. Cuando vi la silla vacía al lado de su cama, supuse que usted sabía que venía a verlo.


- ¡Oh, sí!, la silla. Nunca le he dicho esto a nadie, pero... al ser usted sacerdote le diré con franqueza. Hace mucho tiempo abandoné la oración, pero en cierta ocasión conversando con uno de mis mejores amigos me dijo que esto de rezar era sencillamente tener una conversación con Jesús. Pensé en hacerlo yo así también y desde entonces me siento frente a esa silla y miro con fe a Jesús sentado delate de mí; yo le hablo y le escucho. No es algo alocado el hacerlo, pues El mismo dijo que estaría siempre con nosotros; pero, le diré una cosa, tengo mucho cuidado de que no venga mi hija; pues si ella me viera, seguramente que me internaría.
El sacerdote sintió una gran emoción al escuchar esto.Le dijo al enfermo que era muy bueno eso que había estado haciendo y que no lo dejara nunca.
Le bendijo, luego hizo una oración con él, y antes de marcharse le extendió los santos óleos.
Días después la hija llamó al sacerdote para decirle que su padre había fallecido.
-¿Murió en paz?, preguntó él.
- Sí, completamente, (contestó ella), me llamó y fui a verlo, me dijo lo mucho que me quería y me dio un beso, después tuve que salir de casa y cuando regresé ya lo encontré muerto. Pero hay especial que le quiero comentar; justo antes  de morir se acercó a la silla que estaba al lado de su cama y reclinó la cabeza en ella y así lo encontré. ¿Qué cree usted que puede significar esto?.
El sacerdote embargado de emoción sólo pudo afirmar:
- Ojala que todos pudiéramos irnos de esa manera.

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