Necesitamos algunos locos
de aquellos que se comprometen a fondo,
de los que se olvidan de sí mismos,
de los que se entregan hasta el fin.
nos hacen falta locos, desafinados, apasionados,
personas capaces de dar el salto en el vacío inseguro,
aquellos que saben acercar la masa anónima,
sin deseo de utilizarla como escabel.
Nos hacen falta locos,
enamorados de la vida sencilla,
liberados del poder, amantes de la paz,
libres de compromisos,
decididos a no hacer ninguna traición,
capaces de aceptar toda clase de tareas,
espontáneos y tenaces, alegres, dulces, fuertes.
Locos que hagan brillar la pasión,
que no pongan freno a las ilusiones,
que nos permitan vivir emocionados,
que nos hagan soltar lo que llevamos dentro.
Unos pocos locos, nada más,
que en su énfasis y en su delirio contagioso
enciendan alrededor la alegría de vivir.
Unos pocos locos, nada más,
y la vida, seguro, será diferente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario