¡Qué día tan largo,
y qué camino tan áspero...
Qué largo es todo, qué largo....
qué largo es todo y qué áspero!
voy tan cansado
que pienso en una sombra cualquiera,
quiero descanso... descanso....
sólo descanso.
No es lo que me trae cansado
éste camino de ahora,
no cansa una vuelta sola,
cansa el estar todo el día,
hora tras hora
y día tras día un año
y año tras año una vida
dando vueltas a la noria
sin saber lo que quiero,
cambiando siempre de sendero.
Algo espero, sí, pero....
no se tampoco lo que espero.
¡Qué solo estoy Señor,
qué solo y qué rendido
de andar a la ventura
buscando mi destino!.
En todos los mesones he dormido,
en mesones de amor
y en mesones malditos,
sin encontrar jamás mi albergue decisivo.
"No andes errante y busca tu camino"
- "¡Dejadme!, ya vendrá un viento fuerte
que me lleve a mi sitio".
Y me quedé apostado
en un recuesto al borde de la vía
esperando la buena compañía
de un romero rezagado....
Cuando me han visto solo y recostado
al borde del camino,
unos hombres con trazas de mendigos
me han dicho.
- "Vente con nosotros peregrino".
Sólo sé que entonces alguien evitó
que sobre el fango amasado con mi llanto
y el polvo del camino,
quedara perdurable
la huella roja de mis pies sangrantes.
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