sábado, 22 de mayo de 2010

La luciérnaga


Cuenta la leyenda que una vez una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga, esta huía rápido, con miedo de la feroz depredadora.
 Se notaba que la serpiente no pensaba abandonar la lucha.
 Huyó un día la luciérnaga y la serpiente no desistía, dos días y nada.

 Ya al tercer día, y sin fuerzas, la luciérnaga paró, se volvió a la serpiente y le dijo:
- ¿Puedo hacerte tres preguntas?.
- No acostumbro a dar ese último deseo a nadie, (repuso la serpiente), pero como te voy a devorar, puedes preguntar.
- ¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?.
- No, contestó la serpiente.
- ¿Yo te hice algún mal?.
- No, volvió a responder.
- Entonces, ¿Porqué quieres devorarme?.
- ¡Porque no soporto verte brillar.....!

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