Había oído decir que los proveedores de su casa: el lechero, la tienda de comestibles, el panadero etc... pasaban a cobrar sus facturas por los alimentos llevados a su casa, y él también quiso presentar a su madre sus cuentas por los servicios que había realizado en el hogar.
A la hora de la comida, se encontró la madre en su plato una papel que decía:
" Mamá debe a su hijo " :
- Por varios recados: 20 Euros.
- Por ir con ella de compras: 30 Euros.
- Por su buen comportamiento en el colegio: 40 Euros
- Por haber puesto la mesa: 10 Euros
Total: 100 Euros.
La madre leyó en silencio la factura.
A la hora de cenar, el niño encontró junto a su plato los 100 Euros, y debajo del billete una nota que decía:
" lo que debes a tu madre ".
- Por más de cien noches en vela, sin dormir, junto a ti, cuando estabas enfermo: nada.
- Por diez años pasados felices en casa: nada.
- Por diez años de atenciones, de inquietudes, de consejos, y de paciencia: nada.
- Por llevarte de paseo, jugar contigo, ayudarte y cuidarte: nada.
- Por los gastos de alimentos, vestidos, juguetes, material escolar: nada.
Total: nada.
El chico, al leer esta nota de su madre quedó confundido y avergonzado.
La abrazó y le pidió perdón.
Sacó el dinero del bolsillo, se lo entregó y le dijo:
- Una madre nunca debe nada a su hijo.
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