domingo, 21 de septiembre de 2014

Dios no existe

Un joven sacerdote viaja en metro,
cuando en la siguiente parada entraron dos jóvenes, en el mismo vagón en el que él estaba, y cuando se dieron cuenta de su presencia empezaron a burlarse de él.
Entre otras muchas cosas, uno de ellos aseguró:
- Dios no existe.
Y el otro amigo añadió:
- ¿Qué va a hacer este pobre cura si Dios no existe?. Toda una vida perdida sin motivo.
El sacerdote, muy serenamente, les respondió:
- Si Dios, como decís, no existe, yo habré perdido treinta años, ó quizás cuarenta, incluso a lo mejor setenta años; pero si Dios existe, puede que vosotros podáis perder toda la eternidad. 
Todavía estáis a tiempo.


martes, 16 de septiembre de 2014

sábado, 6 de septiembre de 2014

El abuelo



Mientras cenaba, al abuelo se le cayó el plato y se hizo añicos en el suelo. 
La nuera comenzó a quejarse de la torpeza con que todo lo rompía. 
Airada subió al desván y de allí trajo un desgastado cuenco de barro, 
asegurando que a partir de aquel día le daría de comer en él.
El anciano suspiraba asustado, sin atreverse a decir nada.
Pasó el tiempo, y una tarde cuando los padres venían de viaje, antes de entrar en casa, vieron a uno de sus hijos manipulando un trozo de  de barro.
- ¿Qué haces, hijo?, le preguntaron.
El hijo sin a penas levantar la cabeza, aseguró:
- Estoy preparando un cuenco para daros de comer a mamá y a ti cuando seáis viejos y vengáis a mi casa.
El marido y la esposa recapacitaron, se miraron y se sintieron tan avergonzados de su proceder que enseguida buscaron al abuelo para pedirle perdón, así como también al hijo.
Las cosas cambiaron radicalmente en aquella casa a partir de aquel día. 
Su hijo les había dado una lección de sensibilidad y buen corazón.