jueves, 6 de julio de 2017

Hombre en pie

















La libertad es algo que se le concede a la persona para hacer el bien, 

no para el mal.
La mayoría de las personas se creen libres cuando pueden decir:
- Hago cuanto me viene en gana.
- No llevo esposas en las manos.
- No me ata ninguna sujeción física.
- Puedo satisfacer todos mis impulsos.
- Nadie me impide nada.
Es la cultura de "todo vale"
Esa libertad es la del animal salvaje, no la del "hombre en pie".
Aunque estés tendido en un lecho, 
completamente paralizado, 
aunque estés prisionero en lo profundo de una celda, 
si quieres puedes permanecer libre, 
pues tu libertad no está al nivel de tu cuerpo 
sino de tu espíritu.
Nada ni nadie puede arrebatarte la libertad, 
pues nadie puede aprisionar tu espíritu.

Tú sólo. Tú con la complicidad de los otros y de las cosas,              

limitas tu libertad.
Si quieres ser libre has de luchar, has de conquistar tu libertad.
A veces decimos:
- No es culpa mía, es mi temperamento.
- No quería hacerlo, pero me dejé llevar, todo el mundo se deja llevar.
- Sé que me equivoco, pero no cambio.
- Inútil intentarlo, me ilusiono en vano.
- Es más poderoso que yo.
Si piensas de esa manera no eres persona libre, sino esclava de ti,
de tu pasado, de tu ambiente, etc....
La barca no puede remar si una sola amarra la ata a la orilla.
El globo no puede volar si un hilo lo detiene en tierra.
No eres libre mientras estés atado a una sola cosa o persona 
con un lazo incontrolado.
La verdadera libertad es la posibilidad que tienes de tomar el camino del bien.
Este es el "hombre en pie".
Pocas personas  están formadas y equilibradas.
El hombre y la mujer debidamente formados y equilibrados tienen 
tres compartimentos:
- Espiritual (don, virtud,ánimo)
- Sensible (mente, sensibilidad)
- Físico (cuerpo, materialidad)
Los tres compartimentos se comunican, reaccionan unos en otros, 
pero su orden debe ser respetado.
Lo físico está abajo, es el menos noble.
Lo espiritual está arriba, es el más bello.
Si no se mantiene el orden de los valores, la formación es equivocada, 
el hombre se hunde, camina boca abajo.
Tu caminas boca abajo cuando lo físico (tu cuerpo) decide y manda 
y eres tu quien le obedece.
Tu sensibilidad se ahogará y tu espíritu se embotará y se volverá anémico.
¿Ha tomado tu cuerpo las riendas del poder?. ¡Vamos, en pie, sé hombre!.
Algunas personas andan cabeza abajo, en ellos manda lo sensible.
Tu sensibilidad manda en ti  cuando:
un afecto se convierte en una pasión y te hace perder la cabeza,
crees que esta persona tiene razón porque te cae bien,
que la otra no la tiene porque no puedes aguantarla,
tienes la negra, no eres capaz de nada porque te han criticado,
porque una sonrisa burlona te ha hecho daño, 
una mano te ha sido negada,
no tienes ganas de trabajar porque nadie nota tu esfuerzo.
¡ No haya consuelo tu sensibilidad hambrienta !.
Estás contento porque hoy recibiste una noticia agradable,
porque tu amigo tuvo para ti un delicado gesto,
porque una película te ha emocionado,
pero mañana no estarás contento, estarás desinflado porque:
alguien no creyó en tu buena fe,
o no te salieron bien las cosas,
o un amigo te engañó o abandonó.
Ya no estás en pie. ¡ Te arrastras, esclavo !.
"Hombre en pie" es aquel cuyo espíritu domina 
a la sensibilidad y al cuerpo, 
sin despreciarlos puesto que también son 
bellos y útiles, pero los domina y dirige. 
El es el amo, ellos los servidores.
Algunas personas pierden el mando
 y conocen la desgracia, 
algunas personas "planean", no ponen el pie en la tierra.
tú planeas también cuando haces planes que nunca realizas,
cuando no te acomodas a las personas,
cuando no te aceptas tal cual eres,
cuando no aceptas a los demás, o a los acontecimientos que te vienen.
Pero nadie puede por sus propios medios permanecer en pie, 
necesita una fuerza que le atraiga desde la Altura, 
Le sostenga y le transfigure por dentro:
El poder de Dios.
Si abres  tu alma a Dios te fortalecerá su fuerza. 
Si no le acoges eres hombre inacabado.
El hombre según Dios es el "hombre en pie" y divinizado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario