jueves, 21 de diciembre de 2017

El cielo de Taiki

Después de una gran tormenta y un ensordecedor trueno, Taikí, sin saber porqué, había quedado sin cielo.
Un gran agujero oscuro cubría la ciudad.
La noticia recorrió el mundo.
muchos fueron a ver aquel extraño suceso.
Como no había cielo, el sol daba un rodeo para no pasar por allí.
No había nubes, ni pájaros; la luna y las estrellas no se podían ver desde Taikí.
Sus habitantes estaban muy tristes y nadie sabía que hacer para recuperarlo.
Hasta que un día volvió la esperanza a todos.
Una estrella de color amarillo empezó a brillar. 
La acogieron con tanto entusiasmo que la llamaron Esperanza.
Al día siguiente apareció otra estrellita y a esta la llamaron Alegría.
Poco a poco aquel agujero fue llenándose de más y más estrellas.
Nadie sabía porqué aparecían las estrellas, pero pronto descubrieron que, cada vez que alguien hacía una buena acción, surgía una nueva estrella.
Así encontraron la forma de recuperar su cielo perdido 
y desde ese momento todos se dedicaron a hacer cosas buenas los unos a los otros.
Cuando dos personas hacían las paces, aparecía una estrella.
Cuando un niño ayudaba a poner la mesa, nacía otra estrella.
Cuando un vecino compartía lo que tenía con otros, otra más aparecía.
El agujero oscuro poco a poco se fue llenando de brillantes estrellas. 
Taikí estrenaba un nuevo cielo y las nubes y los pájaros volvieron a cruzarlo.
El sol volvió a lucir en lo alto.
Toda la ciudad se vistió de fiesta y celebraron con alegría el acontecimiento.
El mundo entero supo la buena noticia 
y Taikí dejó de ser conocida como la ciudad sin cielo,
para ser conocida ahora como la ciudad que tenía el Cielo en la Tierra.


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