Tan pronto entraron en la galería, se despistó de su mujer y se dedicó a criticar agriamente las diferentes las diferentes pinturas que veía.
Al detenerse ante lo que pensaba era un retrato comenzó a criticarlo con aire de superioridad, diciendo:
- El marco de este cuadro es completamente inapropiado, el hombre está vestido de forma muy ordinaria y no hay en el nada de belleza, en realidad, el artista cometió un error imperdonable al seleccionar a un sujeto tan vulgar. Es un falta de respeto hacia los demás.
El hombre siguió su parloteo sin parar, hasta que su esposa logró llegar hasta el, abriéndose paso entre la multitud que lo escuchaba, y lo apartó discretamente para decirle en voz baja:
- Querido, eso que estas mirando no es un cuadro, es un espejo, eres tu.
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