El órgano del oído es necesario.
A través de nuestros oídos
podemos escuchar
palabras o ruidos,
y podemos también disfrutar
de sonidos y melodías.
Somos oído en la vida y en la Iglesia
cuando ponemos interés
en escuchar palabras constructivas,
palabras llenas de buenos consejos,
cuando abrimos nuestra escucha
a la Palabra de Dios,
y, también, por el contrario,
cuando hacemos "oídos sordos"
a palabras engañosas,
palabras que critican
o juzgan con maldad.
Oración:
Indícanos, Señor, la manera de escuchar a los demás en sus palabras o en sus
necesidades.
Enséñanos, también, a escucharte a ti cuando nos hables en la Iglesia, en nuestro interior, o a través de la naturaleza, o de otras personas.
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