Hay partes en el cuerpo, como el cabello,
que puede no tener un papel tan importante como otros, En su humilde misión,
el cabello debe proteger
y además imprime una personalidad característica al cuerpo.
Somos cabello en la vida y en la Iglesia
cuando ejercemos una acción protectora
a favor de los más débiles,
y también cuando aceptamos con alegría y responsabilidad
el puesto que nos corresponde,
en las diferentes parcelas de la vida,
ya sea el primero, o el último.
Oración:
Ayúdanos, Señor,
a descubrir nuestro lugar en la vida y en la Iglesia
para que llevemos a cabo la tarea
que Tú quieres que realicemos, como cristianos.
En tu Reino muchos últimos serán primeros,
concédenos el acoger los últimos puestos
siempre con humildad.
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